En simples palabras podemos decir que consiste en “mover cabello de una zona de la cabeza a otra”. Consta de dos procesos: el primero inicia con la extracción de los folículos, uno a uno, los folículos de la zona de atrás y laterales (conocida como zona donante). Por último y no menos importante, es la implantación de dichos cabellos en el área afectada por la calvicie. Esta técnica utiliza folículos sanos que no son afectados por la hormona DHT, la cual provoca la caída del cabello (alopecia). Al utilizar folículos resistentes al DHT, el cabello implantado nunca caerá y se quedará de manera permanente por el resto de la vida.
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¡Nadie lo notará! A menos que la persona comente al respecto. El resultado de un trasplante capilar es impecable, de aspecto completamente natural, además no deja ningún tipo de cicatriz.
Para lograr que todo quede perfecto, se utilizan herramientas especializadas que permiten implantar el cabello con el ángulo, la dirección y la profundidad requerida; básicamente el médico diseña una cabellera acorde a su gusto, tipo de cabello, facciones y edad, que luzca completamente natural.
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A partir del sexto mes después del procedimiento será visible ya que el cabello permanente iniciará a crecer, y en un año verá el resultado final a un 100%, una cabellera que crece de forma natural y sin ninguna marca o cicatriz ¡Cabello que jamás se caerá!
Te mostraremos uno de nuestros casos, en el paciente se trasplantaron 7,296 cabellos. ¿Notó cómo aumentó la densidad del cabello en la coronilla y cómo se marca la línea frontal? Esto solo se puede lograr con un procedimiento realizado por especialistas en implante capilar.
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