El estrés puede generar efectos adversos en todo su cuerpo, entre sus males se cuenta el daño que causa a su salud capilar. Si se mantienen altos niveles de estrés por mucho tiempo los vasos capilares en su cuero cabelludo se encogen, su pelo se adelgaza y cae más fácilmente.
Si usted quiere evitar la calvicie, tenga muy en cuenta sus niveles de estrés.
El estrés también propicia la secreción de hormonas masculinas, las cuales son responsables de la degeneración progresiva de los folículos en la parte superior de la cabeza en casos de alopecia androgénica.
Cuando se está usando algún tratamiento para minimizar la caída del cabello, es necesario considerar el estrés como un factor de peso y solucionarlo de forma oportuna. Si el estrés es producto de la rutina diaria, es necesario reconsiderar esta rutina y agregar hábitos relajantes como la meditación, ejercicio y momentos de recreación y descanso. Cuando el estrés es provocado por traumas emocionales graves, es recomendable conseguir ayuda psicológica pronto.
La propia caída del cabello también puede causar estrés en las personas, así que las distintas soluciones a la caída del cabello pueden ser útiles. El Minoxidil y el Finasteride puede ayudarle a reducir la caída del cabello y recuperar su grosor, y de esta manera ayudarlo a retrasar la calvicie.
Así que si el cabello comenzó a caer de manera repentina o aumentó de un momento a otro es esencial evaluar cómo nos encontramos a nivel emocional, de carga de trabajo o bien si estamos pasando por un proceso personal grave o tenso, a que si logramos identificarlo a tiempo puede que nuestro cabello vuelva a su normalidad y regular la caída. De lo contrario puede visitarnos y así guiarlo en lo que necesite según su situación y condición que presente su cabello, ya que dejarlo pasar puede agravar su aspecto.
También existen los trasplantes capilares, los cuales ofrecen una solución permanente a la calvicie.